Volar, un deporte que cada día gana más adeptos. Seguro que ya no te suena a chino cuando hablamos de paracaidismo de interior. Pero quizás pienses que este deporte está sólo al alcance de unos pocos o que se necesita mucha preparación física para practicarlo. Nada más lejos de la realidad volador. Ha llegado el momento de que des el paso. Ha llegado el momento de que eches a volar y te conviertas en un sportflyer .
¿No te lo crees? Hoy te traemos el testimonio de Jose y Patri, dos chicos muy salaoos que hicieron con nosotros un curso para convertirse en sportflyers aprovechando nuestra promoción de agosto: 15 minutos de vuelo por sólo 150€ y con todo incluido (coach personal, curso teórico, equipamiento completo, revisión de la progresión y vídeo de todas las sesiones). Les hemos entrevistado y esto es lo que nos han contado.
¿Qué es lo que más os ha gustado del curso?
Jose: A mí me ha encantado tener entradas largas de 2 minutos y medio y poder salir y ver el vídeo inmediatamente después para darte cuenta de lo que estás haciendo bien y de lo que estás haciendo mal. Además, si avanzas más rápido de lo que en principio contempla el curso, esto no supone un tope, sino que puedes seguir avanzando por encima de lo que en un primer momento se había planteado.
Patri: Además del aprendizaje, nuestro instructor, Dani Baelo, es muy guay. Nos ha dado desde el primer momento un montón de confianza, nos lo hemos pasado super bien. Si fallas en algo él siempre te anima. Siempre ve las cosas buenas y te motiva un montón.
¿Qué os lo que más os ha gustado aprender?
Jose: A mí lo que más me gustó fue aprender a girar con las piernas y el movimiento en dos ejes, es decir, empezar a subir y bajar a la vez que avanzas y los derrapes laterales mientras subes o bajas.
Patri: Sí, el movimiento en dos ejes mola mucho, aunque yo me quedo sobre todo con los derrapes.
¿Podríais contarnos alguna anécdota?
Jose: Sí, a mí Baleo me estuvo enseñando a hacer una especie de tirabuzón. Me agarraba de los brazos y me los estiraba para que yo girase sobre mí mismo y luego empezábamos a carvear uno alrededor del otro; él hizo el movimiento sólo y yo, en vez de esperar a que volviese a agarrarme para hacerlo, me puse a hacerlo sólo, me motivé mucho y acabé estampándome con la red. Nada grave, jajaja .
Patri: Al principio, cuando empecé con los desplazamientos, los hacía justo al revés de como me indicaba Baelo, así que no era capaz de moverme en ningún sentido, jajaja. Me quedaba quieta sin poder moverme nada. Baelo tuvo un montón de paciencia hasta que salieron .
¿Qué destacaríais de vuestro instructor?
Jose: Nosotros ya habíamos volado un poquito antes en otro túnel de viento un par de minutos y también nos hicimos un curso. Pero volar con Dani en WINDOBONA fue una sensación completamente distinta y se agradeció mucho. Notamos que avanzábamos mucho más, con mucha más precisión y rapidez que lo que estábamos haciendo anteriormente.
Patri: Yo la primera vez que volé con él fue la vez que más he disfrutado volando. Me encanta la locura que tiene. Él dice “vamos a probar a hacer esto y ya acabará saliendo”.
Ahora que sois sportflyers, ¿os animáis a seguir practicando este deporte?
Jose: Sí, de hecho, ya hemos comprado otros 15 minutos que iremos a volar en breve y hemos estado en el último Huck Jam de WINDOBONA.
Patri: Y nos vamos a apuntar también al siguiente Huck Jam. Te lo pasas muy bien. Son muchas risas.
¿Recomendaríais el paracaidismo de interior a otras personas?
Jose: Sí, por supuesto.
Patri: A cualquiera. De hecho, estamos reclutando gente.
Baelo también quedó encantado con sus alumnos. No podían faltar un par de preguntitas también para él.
¿Qué es lo que más te gusta enseñar en un curso?
Siempre es bonito compartir los primeros momentos de un alumno cuando empieza a realizar sus primeros movimientos controlados. Puedes ver en su cara una expresión de sorpresa que suele venir acompañada de una sonrisa. Después poco a poco van repitiendo lo aprendido, y añadiendo movimientos nuevos según su capacidad. Al cabo de la mitad del curso ya saben todos los movimientos básicos que van a necesitar para estar estables y en control. Así que en la segunda mitad del curso viene algo aún más divertido: se dan cuenta de que pueden estar en la parte del túnel que quieren y ahí empiezan a descubrir la sensación mágica de volar. Lo más bonito de todo es poder compartir esas sensaciones y primeros momentos con ellos; eso no se olvida.
¿Todos los alumnos aprenden a la misma velocidad?
Como en cualquier deporte, hay factores que interfieren en el aprendizaje del alumno. No todos los alumnos aprenden al mismo ritmo, pero es cierto que en comparación a otros deportes, en el paracaidismo de interior la curva de aprendizaje es muy vertical, sobre todo al principio, durante las primeras horas. Es un deporte muy instintivo y fácil de aprender. Incluso es fácil ver como alumnos con baja forma física o personas mayores son capaces de realizar el curso de igual manera.
¿Qué es lo que le resulta más sencillo aprender al alumno? ¿Y lo más complicado?
Lo más sencillo suelen ser los primeros minutos porque trabajamos con la barriga apoyada en la malla para tener un extra de estabilidad y ahí es donde aprendemos a girar, avanzar, retroceder, subir y bajar. Una vez que aprendemos como hacerlo en la malla, entonces es cuando subimos la potencia del túnel y lo empezamos a hacer volando. Esa suele ser la parte un poquito más complicada porque ya dependen de ellos mismos y son sus primeros minutos de vuelo real. La parte divertida es cuando después de un descanso, una charla y una Coca-Cola a la mitad del curso, empezamos con la segunda mitad donde ya se les ve más relajados y ganando confianza poco a poco. Ya están disfrutando.
De izquierda a derecha: Dani, Ale, Paloma, Fer y Richi.
Como siempre, volador, despedimos este post con un vídeo resumen de un curso. ¿Te animas?